viernes, 8 de octubre de 2010

Posdata.


.... sería tan fácil como poner un cartelito en la puerta de mi habitación "prohibido entrar bajo ningún concepto y sin excepciones" y quedarme allí dentro con mi plato de macarrones y las cuatro cosas que realmente me importan.
"Tierra tragame", fué lo primero que pensé cuándo apareció por primera vez aquella sensación de derrota, aquella sensación de debilidad, la sensación de desigualdad de condiciones, de impotencia, de querer levantarte dar un portazo y marcharte para no volver en una temporadita, de romper un plato o partir un lápiz, de acuchillar un cojín hasta sacarle las plumas para rememorar aquella pelea de almohadas que nunca hicimos juntos, romper en mil trocitos las entradas de un concierto al que jamás fuimos o intentar hacer los ejercicios de matemáticas que nunca me explicaste.
Cojería todas estas cositas, y las doblaría para encerrarlas en una cajita de cristal transparente mientras todas ellas bailan al compás de una melodía que me ayudará cuándo no pueda dormir porque no nos hablemos. No te pediré que me eches de menos, es más en todo caso pediría que no lo hicieses, por que sé que de un modo u otro mi recuerdo se irá borrando de tu memoria hasta que se consuma por completo y ya no quede nada, entonces seré como la colilla de tus cigarrillos, sí, esos cigarrillos que tanto odio y que tantos problemas me causan.
Me imagino sola a altas horas de la madrugada en tu ausencia, sentada en la mesa de la cocina como si estuviese esperando a alguien que nunca llegará, con un martini en la mano. Me encanta esta parte, suena muy dramática, es una verdadera lástima que no me guste el alcohol.
Tampoco estaría mal escribir un diario que luego alguien que no tiene nada que ver conmigo encontrase años mas tarde, me haría más famosa que la mismísima Ana Frank, aunque reconozco que tal vez mi diario no sería tan emocionante como el de aquella chica.Hablaría de ti, siempre hablaría de ti, incluso cuándo tu ya me hubieses olvidado yo seguría escribiendo sobre ti y tus cosas raras,y esque conforme pasa el tiempo me doy cuenta de lo difícil que es conocerte realmente, hacen falta como mínimo dos masters, un doctorado y alguna licienciatura para saber como eres en realidad. Pero a pesar de todo siempre estás tú aquí para salvarme de esto, para pasarme el brazo por encima del hombro, besarme en la frente y decirme "ya esta pequeñita, todo ha pasado, creciste más rápido que las demás, y te han hecho daño, pero eh, cuándo sonries pareces de portada de vogue''.

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