viernes, 8 de octubre de 2010

Duerme cuando puedas, sueña cuando lo necesites.


Se levanta, todavía adormilada, pero con una sonrisa en la cara. Está en uno de los hoteles más lujosos de roma, de esos que tienen cama de corazón y pétalos por el suelo...
Alguien por atrás le hace cosquillas y acaricia su espalda descubierta. Se acerca y la besa, ella se aparta riendo, dueña de ese momento. Gatea contenta por entre las sábanas intentado hacer de ese momento, un juego.

Él, la persigue, y sonríe mientras admira su belleza. La alcanza, la besa y se acurruca junto a ella. Es feliz, y solo recuerda aquél día en que en una pequeña barquita, con un anillo hecho de chicle de melón la pidió matrimonio diciéndola: “Dime un día, el que más rabia te de y ese día me casaré contigo”. Y ella rompió a llorar de la emoción. Recuerda también como la agarró de la cintura y la secó las lágrimas, esas lágrimas sinceras que hacían que sus ojos fuesen completamente verdes.
Ella goza del momento, es suyo, su pequeño, su tontito, su gordi, su honey, ahora su vida. Y pensar que fue su amor platónico, cuando era solo una cría...y ahora ese mismo hombre que la hacia soñar de pequeña, la hace ahora vivir... Se siente la protagonista de ese cuento de hadas que su madre le contaba todos los días antes de irse a la cama.
Y esque, llevada por su mejor amigo al altar, con ese ramo de rosas rojas que iban a juego con su pintalabios rojo pasión y con las flores de aquel campo florido en plena primavera, le dió el si quiero, a la persona con la que ahora reía.
Su boda perfecta, sin preparativos, solo fecha...Con sus amigos de la infancia alrededor, con su padre, su madre y poca familia más...
Y fue entonces cuando su amor, su vida, su niño le dijo: te quiero, y quiero que me aceptes como legítimo esposo y que vivas conmigo para siempre a tres metros sobre el cielo, saltándose el protocolo natural de una misa de matrimonio.
Y una vez casado, mientras los invitados, eufóricos lanzaban arroz como locos, sucedió lo imposible, lo mágico, lo maravilloso...
La canción de los Beatles sonó..Love, Love, Love...Love, Love, Love..All you need is love..(8)
Y a continuación, cuando comenzaba a salir la luna llena, unos fuegos articiales de miles de colores, bañaban el cielo...
Y se dio cuenta, de que un sueño, es la vida y que la vida, es un sueño.

Posdata.


.... sería tan fácil como poner un cartelito en la puerta de mi habitación "prohibido entrar bajo ningún concepto y sin excepciones" y quedarme allí dentro con mi plato de macarrones y las cuatro cosas que realmente me importan.
"Tierra tragame", fué lo primero que pensé cuándo apareció por primera vez aquella sensación de derrota, aquella sensación de debilidad, la sensación de desigualdad de condiciones, de impotencia, de querer levantarte dar un portazo y marcharte para no volver en una temporadita, de romper un plato o partir un lápiz, de acuchillar un cojín hasta sacarle las plumas para rememorar aquella pelea de almohadas que nunca hicimos juntos, romper en mil trocitos las entradas de un concierto al que jamás fuimos o intentar hacer los ejercicios de matemáticas que nunca me explicaste.
Cojería todas estas cositas, y las doblaría para encerrarlas en una cajita de cristal transparente mientras todas ellas bailan al compás de una melodía que me ayudará cuándo no pueda dormir porque no nos hablemos. No te pediré que me eches de menos, es más en todo caso pediría que no lo hicieses, por que sé que de un modo u otro mi recuerdo se irá borrando de tu memoria hasta que se consuma por completo y ya no quede nada, entonces seré como la colilla de tus cigarrillos, sí, esos cigarrillos que tanto odio y que tantos problemas me causan.
Me imagino sola a altas horas de la madrugada en tu ausencia, sentada en la mesa de la cocina como si estuviese esperando a alguien que nunca llegará, con un martini en la mano. Me encanta esta parte, suena muy dramática, es una verdadera lástima que no me guste el alcohol.
Tampoco estaría mal escribir un diario que luego alguien que no tiene nada que ver conmigo encontrase años mas tarde, me haría más famosa que la mismísima Ana Frank, aunque reconozco que tal vez mi diario no sería tan emocionante como el de aquella chica.Hablaría de ti, siempre hablaría de ti, incluso cuándo tu ya me hubieses olvidado yo seguría escribiendo sobre ti y tus cosas raras,y esque conforme pasa el tiempo me doy cuenta de lo difícil que es conocerte realmente, hacen falta como mínimo dos masters, un doctorado y alguna licienciatura para saber como eres en realidad. Pero a pesar de todo siempre estás tú aquí para salvarme de esto, para pasarme el brazo por encima del hombro, besarme en la frente y decirme "ya esta pequeñita, todo ha pasado, creciste más rápido que las demás, y te han hecho daño, pero eh, cuándo sonries pareces de portada de vogue''.

La impotencia de no tenerte, mi día a día.

Te quiero, y no es suficiente. Por si fuera poco solo he derramado unas cuantas lágrimas hoy…Como si esto no fuese habitual en mi, como si yo no tuviese los mismo sentimientos que tienen todos. Y quizá sea así, porque mi situación es completamente distinta a la de cualquier persona.
Es la impotencia la que me mata por dentro, la que consume cada alegría y cada sonrisa…La que me engaña haciéndome creer que las cosas pueden cambiar. Durante todo este tiempo he sido una ilusa, sí…Creía que por fin la vida me iba a dar una oportunidad, empezar a vivir lo que la gente llama felicidad, pero que para mi todavía es algo tan desconocido como la vida.
Es como si estuvieses encerrado en una habitación con la puerta abierta y no pudieses salir de ella. El mismo espiral, las mismas situaciones…
Me cuesta imaginar que todavía me queda tanto por vivir, cuando ya considero que todo el daño está hecho. Odio que me hagas sentir así, porque ya no tengo ganas ni de respirar, ni de reir, ni de llorar…Sabes lo que quiero? Que alguien pueda quererme de verdad. Que me demuestre que daría la vida por mi, que no jugase conmigo bajo ningún concepto…Que yo fuese para alguien lo que el sol es para las plantas, una fuente de energía…Totalmente necesaria…
Y me canso de toda esta situación, de que la gente llegue a pensar que me guste estar encerrada en esa habitación. Porque no tienen ni idea de lo que es sentirse como me siento yo. Nadie tiene tanto pero tan poco a la vez…Y parece mentira que la gente no valore lo que está delante de sus ojos, lo que les roba la mirada.
No es un puto buen comienzo para la vida real, no lo es…Y yo me di cuenta hace mucho tiempo…Es inútil vivir si no sabes lo que se siente al estar enamorado…Porque es el sentimiento más puro y más cruel de todos, el que realmente te enseña el significado de todos los demás. ES INÚTIL VIVIR SI NO SABES LO QUE ES ESO…
Y encerrarte en esa habitación es lo mejor que puedes hacer cuando el mundo está completamente descontrolado, cuando él disfruta mientras yo sufro, cuando él rie mientras yo lloro.
Porque todavía me acuerdo de tu olor, de tu forma de verlo todo a tu manera, de tu significado del querer, de mi adicción hacia ti...Todavía me acuerdo del nosotros que alguna vez salía de tu boca...
Desgraciadamente la vida es una mierda, las situaciones son injustas y tu orgullo es inexplicable. Me has engañado y has jugado. ¿Qué querías conseguir?
Y, sí...Desgraciadamente la vida es una mierda, y más cuando la intentas compartir con alguien.
Y sigo encerrada en la misma habitación, sin respuestas y sin salidas…
Y la cabeza me impulsa a seguir adelante…Pero…De qué me sirve la cabeza si mi corazón ni siquiera palpita…?
Eres algo inalcanzable, tú y yo? Sería como volar como un ala rota, como hablar con un muro, como sentirse sola cuando estás rodeada de gente. Porque todo esto no es ni una milésima parte de lo que el amor te hace llegar a sentir, y por lo tanto…No es ni una milésima parte de lo que yo siento.

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Cuando estás enamorado no es sólo que te comportas como un idiota. Es que además piensas que eres especial, que las cosas que haces no las hace nadie más en el mundo. Aunque en realidad lo que haces es repetir las mismas tonterías que hacen todos los enamorados.
Por ejemplo: el teléfono se convierte en el centro de tu vida, lo miras cada cinco minutos para comprobar que hay línea. ¿Pero qué te crees? ¿Que te van a cortar la línea justo en el momento en el que te tiene que llamar el? Hombre, los de Telefónica tienen mala leche, pero no tanto.
Cuando por fin te llama te da un vuelco el corazón y te dispones a tener una conversación muy profunda:
- ¿Qué haces?
- Nada.
Y así, dos horas de conversación profunda y otras dos para colgar:
- Bueno, pues cuelga.
- No, cuelga tú.
- Tú primero.
- No, tú.
- Contamos tres y colgamos los dos a la vez.
- Uno, dos y tres.
Y si cuelga el, te quedas jodido y piensas que tú le quieres más. Y le vuelves a llamar:
- Oye, me has colgado.
- ¿Pero no has dicho que contáramos hasta tres?
- Sí, pero no tan rápido